sábado, 11 de junio de 2011

¡CON EL PODER DEL PUEBLO, LA VIDA SIEMPRE!


Por Ana Leyton

         “¡La vida siempre!” es la despedida en los correos de una joven universitaria de La Serena con la cual comparto discursos poéticos y pensamientos sobre el devenir político y social del país, sencillas palabras pero fundamentales, con una gran carga afectiva que llama a hacernos cargo de la vida, en estos tiempos que corren, donde la muerte con disfraz de progreso  y crueldad capitalista se levantan por donde pasamos con nuestra consigna; controlan la educación, compran la cultura, instalan termoeléctricas, quieren construir hidroeléctricas irracionalmente, nos obligan a comer transgénicos sin avisarnos lo que comemos, destruyen glaciares, en fin… destruyen y destruyen torturando a la naturaleza, en masacres solapadas, puesto que, la mayoría de las veces lo hacen en lugares donde la geografía no permite la llegada fácil de los medios de comunicación nacional ni alternativos; y los medios provinciales o comunales están vendidos al capital o no ven más allá de sus narices.
         Así, la gente tiene menos información y es ingenua, presa fácil de las propuestas inmorales de los equipos profesionales de frívolos tecnócratas pro capitalistas, que trabajan para las transnacionales, guiados en los caminos rurales por políticos inescrupulosos que los ayudan a convencer al campesinado solitario, indocumentado y ambicioso, cuyas posturas en su mayoría triunfan sobre la minoría que quiere defender la tierra; después es demasiado tarde, cuando sobre lo que ya está hecho, se dan cuenta del mal que causaron dejando entrar al extranjero en la tierra que le dio sustento y donde están sus raíces; la condena es mayor, porque al buscar respuesta en la autoridad éstos no son capaces de responder al campesino menoscabado, traicionado y arrepentido. Lugares donde se viven particularidades políticas partidarias, que asombrarían a quienes creen que lo saben todo al respecto y lo digo transversalmente, o sea, no sólo hablo de la derecha y la concertación, sino que de todos aquellos politiquillos y politiqueros, que quieren llegar al trono donde se cuecen las habas de las transnacionales mineras, sé que es un problema transversal en el país, pero yo, particularmente hablo desde el Choapa, donde diariamente veo acciones de contubernios entre autoridades, políticos en pro del poder  y transnacionales.
      ¿Qué hacer ante esta perdición corrupta que vende al pueblo desinformado, para vestirse con los dineros que luego darán lugar a la compra de votos? Porque no se trata de decir “somos un partido de izquierda” sino que de demostrarlo, no se trata de decir que la línea de mi partido dice “no a las transnacionales” o “renacionalicemos el cobre” sino que cada uno de sus militantes, que son la materia prima del partido sean consecuentes en sus principios, tal vez algunos de ellos se pregunten ¿qué son los principios? Porque dentro de su funcionalidad ya los olvidaron.     
       Es así como llego a un concepto, como una tabla de salvación, como un sortilegio guardado por hombres y mujeres que han sido albaceas esenciales desde siempre y hasta siempre para que no se pierda esta cadena humana de “hombres nuevos” a lo que agregaría “mujeres nuevas”. Este concepto que en los años 70 nos hiciera creer en mundos posibles solidarios y justos, con hombres y mujeres que fueran capaces de profundizar en teoría y práctica la lucidez de lo que significa.
        El concepto de “hombre nuevo” evoluciona a través de la historia, pero lo puntualizo desde su semántica filosófica humanista con Petrarca, Dante, Boccacio, Shakespeare, Bacon  y otros, donde comienza a reconocerse el derecho del hombre a la felicidad. Después la Ilustración que propone el fomento de la libertad del pensamiento científico y filosófico, donde entre otros, se encuentra Rousseau, quien expuso el problema de la alienación, el antagonismo entre la actividad social y personal, entre nuestros deberes y nuestros deseos, entre la naturaleza y las instituciones sociales, es decir, bosqueja el pensamiento y problemática del Ché en el socialismo, donde profundiza este concepto desde una perspectiva marxista, el “hombre nuevo” como una práctica permanente en su formación intelectual y sensible, que en Chile fuera representado por Clotario Blest, un líder sindicalista sin precedentes y jóvenes miristas como Miguel Enríquez, por ejemplo. “Hombre Nuevo” que implica la formación del hombre en un potencial positivo que le da real y profundo sentido a lo que hacemos en función de pensar, construir imaginarios sociales justos y luchar por la felicidad. Hombres y mujeres nuevos (as) que se contraponen a toda esta lacra de neoliberales sin escrúpulos que aparentemente carecen de desarrollo interior, y sólo son “mentes raciocinantes”.
         Las cifras que ADIMARK  entrega en su encuesta, sobre la percepción negativa que la gente tiene no sólo del gobierno, sino que también de la concertación, dicen bastante, cuando escuché “concertación” pensé en un viejo socialista que siempre decía “hay que esperar la vuelta de la vida”. En esta vuelta de la vida, al parecer, están resurgiendo  hombres y mujeres asertivos(as) que miran las cosas desde la perspectiva de libre albedrío, sin atender a influencias manipuladoras de quienes quieren gobernarnos en beneficio de sus intereses personales o/y políticos de partido y que van creando toda esta escoria de testaferros, que se quedan esperando que les goteen algunos de estos beneficios.
       En los 80 muchos visionábamos lo que podía ocurrir, que íbamos hacia una salida de consolidación capitalista, hacia una democracia protegida, sabíamos que la cosa iba por ese lado, lo supimos cuando el PS tomaba la línea negociadora con la DC y no con el PC. En ese entonces, muchos socialistas que no éramos anticomunistas, decidíamos por una alternativa de izquierda verdadera y nos separamos de estos otros, que a nuestros ojos eran unos relajados oportunistas, además de anticomunistas. Dimos un paso a la izquierda y no dejamos solo al PC, que  veía como su partido quedaba en la más pura soledad de lo que se venía como máquina política depredadora. Tengo un recuerdo que entonces pasé por alto, ellos en vez de respetarnos con la profundidad solidaria que nosotros lo hacíamos con ellos, no nos reconocían a nosotros como los socialistas, sino que ofrecían militancia PC debilitando nuestras filas. Sin embargo, ellos siguieron trabajando con nosotros y nosotros seguimos trabajando con ellos y así logramos levantar una alternativa de izquierda.
         Con los años nos fuimos dando cuenta que tenían su propio partido, que estaba sobre las intenciones comunes, mientras lo nuestro eran las democracias populares, las asambleas donde todos opináramos, donde cada persona PC o no PC contara y no sólo el partido decidiera entre cuatro paredes; cada cierto tiempo, pasaba que nos encontrábamos fuera o dentro de una máquina que casi nos hacia perder el equilibrio, pero seguimos trabajando por una alternativa de izquierda.   
       Hoy, este partido eternamente equivocado, accede a su propia alternativa, la de una nueva concertación, donde ellos también se puedan sentar a la mesa, o sea, durante todos estos años, entre alternativa y alternativa de izquierda, ellos siempre quisieron estar allá “al otro lado”.      
        Nosotros, los que luchamos en contra de la dictadura pinochetista, pero con visión de un futuro de “hombres nuevos”, los que realmente luchamos colectivamente, seguimos  trabajando, no nos hemos cansado, no nos han debilitado, ni lo harán, porque nuestras redes son humanas antes que políticas, sabemos del afecto, sabemos de la profundidad que tiene la expresión ¡la vida siempre! no somos funcionales y no queremos tampoco hacerle este daño  a las nuevas generaciones, hacerles el daño de que no piensen por ellos mismos o que siempre tengan que estar sujetos, ciegamente, a lo que un partido verticalmente diga sin explicar el porqué, creemos que algún día viviremos la utopía, aunque suene paradojal. Somos los que no estamos sólo en contra de un gobierno de turno, sino que en contra de un sistema que explota al débil, que saquea y depreda a la naturaleza a través del lucro y la corrupción.
       A los que mis palabras pudieran parecerles nocivas en estos momentos en que Chile se moviliza en pro de objetivos comunes,  en ningún caso mi propuesta es en contra de la unidad, pero sí poner un precedente de alerta, para que no se entiendan estas luchas populares sujetas a saurios que tuvieron su momento y lo perdieron, asegurarnos de que esta vez realmente decida “la gente”  y no que de súbito, todo esto nos sorprenda en medio de una acción negociadora que nadie se explique, como les ocurrió a los combatientes de los ´80 que nos fuimos explicando a través de los años la traición, que quedamos con el grito de libertad y democracia atragantado, en medio de una persecución política que hicieron los del arcoiris en contra de lo que les parecía, un estorbo en el camino de sus objetivos capitalistas neoliberales.
       Que hoy no se pierda el momento de levantar una alternativa de izquierda, con la izquierda, con esa izquierda que se encuentra en la calle con puños en alto, principalmente, con esos jóvenes dispuestos a todo, incluso a dar su vida por defender la de la tierra y la de otros, con todos los hombres y mujeres de Chile que quieren justicia y están cansados de la política sucia de traidores que toman decisiones a sus espaldas, y no con el cadáver de la concertación, que aún conserva su poder mediático, sustentado en negociados turbios con las transnacionales y que pueden ser muy beneficiosos para cualquier partido aliado en busca de poder.
        Vuelvo al principio con mi pequeña, pero grande y humana amiga universitaria de La Serena, donde actualmente se encuentran en toma los estudiantes de la ULS. “La vida siempre” pero no con productos políticos artificiales, “la vida siempre” en contra de un modelo económico que nos depreda y saquea, “la vida siempre” pero con respeto a la esencia de cada ser humano más allá de partidos políticos, “la vida siempre” pero sin engaños a la gente común que aún piensa que la utopía es algo que se vive, “la vida siempre” pero reconociendo errores para seguir caminando, “la vida siempre” donde las asambleas populares sean las que determinen nuestros caminos y no grupos de saurios, que a través de la historia, se han nutrido de la fuerza de otros y luego con todo el poder de su pata y colmillo, destruyen lo que no va de acuerdo a sus intereses económicos y partidarios, “la vida siempre para defender a hombres y mujeres que quieren construir más vida”.